Solamente caminaremos dentro de la luz si vivimos en amor con los demás, como Jesús nos ha encomendado que hagamos. Un amor que exige renuncia a nuestros egoísmos y autosufiencias para convertirnos en amigos de todos, incluso de nuestros enemigos y de los que no son de nuestro agrado. La luz, que se nutre de la fe recibida, nos llena de claridad en cada acto de amor a los hermanos.
Cristo, estás clavado en la cruz. Eres inocente, sí, pero aceptas entregar tu vida por cada uno de nosotros. Este madero que hoy está físicamente