Imagen del día
Nos falta la inocencia de los niños pequeños, la humildad de las gentes más sencillas, el desprendimiento de los que nada tienen ni desean. Nos
Santa María, Señora nuestra, bendita entre todos y llena de gracia. Que, aunque pecadores e indignos, nos sintamos hijos tuyos en todo tiempo y lugar.
No quieres, Señor, que hagamos grandes cosas. Al menos, de forma permanente. Es en las tareas sencillas de cada instante donde nos pides que trabajemos
Señor, somos conscientes de que no somos lo suficientemente humildes. Porque nos gusta que reconozcan nuestra valía y nuestros méritos. Porque nos consideramos superiores a
Señor, ayúdanos a distinguir la felicidad verdadera de la que es solamente ficción. Para vivirla como Tú quieres que la vivamos. Para transmitirla a quienes
Jesús no es el Dios de la ira, sino el Padre que perdona siempre. Basta acudir a él con la confianza del hijo que reconoce