El domingo 2 de junio, festividad de la Ascensión del Señor, se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, establecida por el Concilio Vaticano II en el año 1966. Con tal motivo, el Papa Francisco ha enviado un mensaje a los cristianos con el título “Somos miembros unos de otros” (Ef 4,25). De las comunidades en las redes sociales a la comunidad humana”.
En este mensaje, el Papa señala que “Desde que Internet está disponible, la Iglesia siempre ha intentado promover su uso al servicio del encuentro entre las personas y de la solidaridad entre todos”. Invita a reflexionar sobre el fundamento y la importancia de nuestro estar-en-relación “y a redescubrir, en la vastedad de los desafíos del contexto comunicativo actual, el deseo del hombre que no quiere permanecer en su propia soledad.”
Francisco señala las bondades de la red y los riesgos que causa el mal uso de las mismas. “Hay que reconocer que, por un lado, las redes sociales sirven para que estemos más en contacto, nos encontremos y ayudemos los unos a los otros; pero por otro, se prestan también a un uso manipulador de los datos personales con la finalidad de obtener ventajas políticas y económicas, sin el respeto debido a la persona y a sus derechos. Entre los más jóvenes, las estadísticas revelan que uno de cada cuatro chicos se ha visto envuelto en episodios de acoso cibernético”.
El Santo Padre, tras la enumeración de los peligros y de los beneficios de las redes sociales, concluye su mensaje exponiendo la red que desea: “Una red hecha no para atrapar, sino para liberar, para custodiar una comunión de personas libres. La Iglesia misma es una red tejida por la comunión eucarística, en la que la unión no se funda sobre los “like” sino sobre la verdad, sobre el “amén” con el que cada uno se adhiere al Cuerpo de Cristo acogiendo a los demás”.
Ver mensaje del Papa:
También los obispos españoles han hecho publico el mensaje de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social para esta Jornada. En él se hacen eco de las palabras del Papa y señalan que los efectos de la “nueva comunicación se hacen visibles rápidamente con el debilitamiento de las relaciones personales, la manipulación de las opciones sociales y el bien común, o la dificultad creciente para acceder a la verdad que ya anuncia nuevas modalidades”. Tras hacer hincapié en estos factores negativos de las modernas redes de comunicación social, los obispos señalan que el “mundo digital puede ser humanizado desde la convicción de la importancia personal del otro, que debe ser atendido y amado, desde el aprecio de la importancia del bien común que debe ser comunitariamente alcanzado y desde la verdad que irradia su luz sobre las realidades creadas”.
Los obispos concluyen su mensaje implorando la protección del Virgen María para llenar todos los espacios de la buena noticia de Jesús y animan a los cristianos a trabajar para poblar la red de nuevas comunidades cristianas que tengan “los mismos rasgos de aquellas primeras comunidades que impresionaron y transformaron su tiempo: lugares de comunión y celebración de la palabra, espacios para el aliento y la compañía ante las dificultades, ambientes en los que se organiza y se prepara la misión, como anuncio del verbo de Dios encarnado. Comunidades también que trabajan por llenar de buenas noticias el espacio digital y combatir con gracia y elegancia la cizaña que en ese lugar se puede encontrar. Esas comunidades además crearán los cauces para pasar de lo digital a lo presencial. Este paso debe de ser el objetivo de cualquier cristiano en la red: acercar a las comunidades de la Iglesia presencial a todos los que se acercan a cualquier comunidad eclesial digital y así poder celebrar juntos la eucaristía, la reconciliación y la pertenencia a la Iglesia”.
Ver mensaje de los obispos españoles: