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La Santísima Trinidad (Málaga)

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El dinero es el estiércol del diablo - San Basilio el Grande

¡Cuánta maldad se instala en las personas que viven apegadas al dinero y a todo lo que él significa! Para muchos, probablemente para la mayoría de los seres humanos, es el dios al que se le rinde pleitesía y por el que están dispuestos a cometer las mayores injusticias, incluso a matar. Mejor nos iría a todos si le destronáramos del trono en el que le hemos encumbrado y lo pusiéramos al servicio de las necesidades humanas, compartiendo con los que menos tienen y utilizando solamente lo necesario para nosotros.

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Días anteriores

Aunque tenga muchos santos por abogados, tengan particularmente a san José, que alcanza mucho de Dios – Santa Teresa de Jesús

Esposo de María y padre adoptivo de Jesús, señor san José, intercede por nosotros al Señor para que Él nos auxilie en los momentos de

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Así como dos pedazos de cera derretidos juntos no hacen más que uno, de igual modo el que comulga, de tal suerte está unido con Cristo, que él vive en Cristo y Cristo en él – San Cirilo de Jerusalén

Recibirte, Señor, en la Eucaristía, es fundirnos contigo, ser una sola cosa contigo. Para sentirnos que somos Tú. Por eso estamos obligados a no defraudarte,

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Solo la Fe es la única que puede llevar a cabo la obra de la regeneración social – Beato Juan Nepomuceno

Nuestro mundo, Señor, necesita de hombres y mujeres que estén decididos a transformarlo para que sea cual Tú quieres. Para que desaparezcan las guerras, los

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Cuando sufrimos, Jesús está más cerca de nosotros – San Pío de Pietrelcina

Nos quejamos sin motivo. Quisiéramos que todo, en nuestras vidas, fueran comodidades, placeres, alegría y vivir bien. ¡Jesús, Señor nuestro, qué alejados nos encontramos de

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Que mi primer pensamiento, después del descanso de la noche, sea para Dios – Santa Luisa de Marillac

Gracias, Señor, por este nuevo día que nos regalas. Gracias por seguir amándonos, pese a que no somos merecedores de ello. Gracias porque no nos

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¡Qué curioso maestro el que, con el estómago lleno, diserta sobre el ayuno! – San Jerónimo

Es verdad que resulta más fácil predicar que dar trigo. Tenemos siempre preparado el consejo para los demás, pero nos olvidamos de aconsejarnos a nosotros

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