Hay que ser valientes y decir no a nuestro caprichos y deseos, que nos están presionando permanentemente. Tenemos que estar más atentos a lo que de verdad anhela nuestro corazón, que es buscar el bien. A esto es a lo que debemos dedicar todo nuestro esfuerzo. Si lo hacemos, obtendremos la paz interior que siempre que es lo que nuestro corazón ansía.
Jesús nos salvó en la cruz. En ella se inmoló por nuestras faltas. Por eso, el madero en el que fue sacrificado es el símbolo