Parroquia

La Santísima Trinidad (Málaga)

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El alma que está enamorada de Dios es un alma gentil, humilde y paciente – San Juan de la Cruz

Son los hechos, no los dichos, los que demuestran si amamos a Dios o nos amamos a nosotros mismos o a cualquier cosa mundana. Quien se arroja en los brazos de Jesús deja de lado los egoísmos y todos los ropajes que lo envuelven: soberbia, idolatrías, sumisión al mal… Humildad, paciencia, servicio, eso sí nos dice mucho del alma que se entrega a vivir conforme nos pide el Señor. Muchos, a lo largo de la historia, eligieron este camino por el que todos los bautizados debemos caminar.

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Días anteriores

No saber mostrarse bueno con los malos es una prueba de que no es uno bueno del todo – San Francisco de Sales

Resulta fácil sonreír a quien nos sonríe, saludar a quien nos saluda, ayudar a quien nos ayuda, escuchar a quien nos escucha… Pero qué difícil

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El bien común supera al bien particular – Santo Tomás de Aquino

Ser cristiano tiene como eje esencial de la doctrina el servir a Dios y a los demás por amor a Dios. En esto queda resumido

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Podemos santificar hasta las cosas más pequeñas y transformar en divinos los actos más ordinarios de la vida – Santa Isabel de la Trinidad

Es en todos los instantes de cada día, rutinarios y simples casi siempre, donde podemos transformarnos para bien de nosotros mismos y de los demás.

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Sin Él nada podemos, pero con Él, todo – Santa Maravillas de Jesús

Si admitimos nuestra pequeñez, podremos llegar a las más altas cumbres, siempre que contemos con el auxilio del Señor, que está dispuesto a seguir empujándonos

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Felices los que saben escuchar y callar, porque aprenderán cosas nuevas – Santo Tomás de Aquino

La auténtica sabiduría se consigue estando abiertos a escuchar las razones del otro, en silencio, sin imponer las nuestras. Aunque en principio pueda parecernos que

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Ponte primero a ti en paz, y después podrás apaciguar a los otros – Beato Tomás de Kempis

Si no estamos en paz con nosotros mismos, difícilmente podremos actuar como pacificadores de los otros. Porque únicamente quien vive interior y exteriormente en paz

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