Parroquia

La Santísima Trinidad (Málaga)

Imagen del día

El primero y más imperioso [defecto] de todos es el orgullo y su nutrido cortejo: vanidad, amor propio, etc., excesiva propensión a hablar del bien que yo hago – San Eugenio de Mazenod

Nos vendría bien reconocernos cómo somos en realidad. Sin falsas vestimentas. Y sin miedo. Para ser mejores personas, primero debemos abrirnos interiormente. No tengamos miedo a descubrir qué defectos tenemos. Casi seguro que encontraremos infinidad de hechos y dichos, incluso pensamientos, en los que prevalecen el orgullo, la vanidad, el soy mejor que los demás. Seamos valientes y demos el paso. Admitamos lo que somos. Y empecemos a cambiar para mejorar.

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Días anteriores

Por muy grande que haya sido un pecador, si se muestra devoto de María, nunca perecerá – San Hilario de Poitiers

La misericordia de Dios es infinita. El mayor de los pecadores puede, con toda confianza, acudir a pedirle perdón, pues, si el arrepentimiento es sincero,

Leer más
Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso – San Juan Pablo II

Acercarnos a Dios desde la sencillez de nuestra pequeñez, reconociendo nuestras miserias con toda humildad, es la mejor manera de que Él se nos muestre

Leer más
No vayas fuera, vuelve a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad – San Agustín

No encontraremos la verdad en el alboroto del mundo, sino dentro del corazón de cada uno, siempre que nos mostremos humildes y abiertos a aceptar

Leer más
Siempre he salido adelante con todo porque confiaba en quien todo lo puede y quiere para nuestro bien. Con Dios todo, solas nada – Beata María Dolores Rodríguez Sopeña

La confianza en Dios es lo que muchas veces nos falta. A menudo, porque nos consideramos suficientemente fuertes para acometer solos tareas que nos superan.

Leer más
Yo proclamo aquí solemnemente que hasta el último momento quiero ser amador y adorador de Nuestro Señor Jesucristo – San Eulogio de Córdoba

Muchos son los hombres y mujeres, de todo estado, raza, cultura y edad, que han sido valientes al proclamar su fe inquebrantable en Cristo. Por

Leer más
Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha – San Pablo, apóstol

Nada de lo que hagamos, por muy heroico y grande que sea, nos servirá para nuestro enriquecimiento espiritual, e incluso humano, si no ponemos en

Leer más