Parroquia

La Santísima Trinidad (Málaga)

Santoral

San Enrique de Ossó

San Enrique de Ossó

San Enrique de Ossó nació en 1840 en Vinebre (Tarragona). Fue ordenado sacerdote a los 27 años. La vida y doctrina de santa Teresa, asimilada con la lectura constante de sus obras, inspiró su vida espiritual y su apostolado (catequista, maestro y sacerdote), mantenidos por la fuerza de su amor ardiente a Jesús y María y por una adhesión inquebrantable a la Iglesia y al Papa. Sacerdote según el corazón de Dios, fue un verdadero contemplativo que fundió en sí con equilibrio extraordinario un ideal apostólico abierto a todo lo bueno que ofrecían los nuevos tiempos. De fe viva, no miraba sacrificios ni oposiciones; en una época especialmente hostil a la Iglesia, anunció valerosamente el Evangelio con la palabra, con los escritos, con la vida. Fundó la Sociedad de Santa Teresa, para la formación de las jóvenes, y más adelante, obligado a dejar dicha institución, pasó el resto de sus años en el convento de los Hermanos Menores. Murió en Gillet (Valencia), en 1896.

Otros santos del día:

Santa Ángela Merici, virgen, que vistió primero el hábito de la Tercera Orden de San Francisco y reunió a varias jóvenes para instruirlas en obras de caridad. Más tarde, instituyó una orden de mujeres, llamada de Santa Úrsula, con la finalidad de vivir una vida de perfección en el mundo y enseñar los caminos del Señor a las adolescentes. Murió en la ciudad de Brescia, en la Lombardía (hoy Italia) († 1540).

En la ciudad de Sora, en el Lacio (hoy Italia), conmemoración de san Julián, mártir, quien, según la tradición, padeció en tiempo del emperador Antonino († hacia el s. II).

En Cenomanum (hoy Le Mans), en la Galia Lugdunense (hoy Francia), san Julián, que es considerado como el primer obispo de esta ciudad († s. III).

En Mariana, en la isla de Córcega (hoy Francia), conmemoración de santa Devota, virgen y mártir († hacia el año 300).

En el monasterio de Bodón, en la región de Sisteron, en la Galia (hoy Francia), san Mario o Marino, abad († hacia el año 550).

En Roma, en la basílica de San Pedro, sepultura de san Vitaliano, papa, que se preocupó por la salvación de los anglos († 672).

En Tonnerre, ciudad de Borgoña (hoy Francia), tránsito de san Teodorico, obispo de Orleans, que falleció cuando viajaba peregrinando a Roma, a las tumbas de los apóstoles († 1022).

Cerca de la ciudad de Chartres, en Francia, tránsito de san Gilduino, diácono de la iglesia de Dol, en la Bretaña Menor, el cual, designado obispo siendo aún muy joven y considerándose indigno, renunció a este honor en presencia del papa san Gregorio VII y al regreso de Roma cayó enfermo al llegar a esta región, terminando así su peregrinación terrestre († 1077).

En la ciudad de Thérouanne, también en Francia, beato Juan, obispo, que, siendo canónigo regular, asumió la sede morinense, la cual gobernó por más de treinta años, resistiendo a los simoníacos y fundando ocho monasterios de canónigos y de monjes († 1130).

En Riva San Vitale, cerca de Como, en la Lombardía (hoy Italia), beato Manfredo Settala, presbítero y eremita († 1217).

En la región de Anjou, en Francia, beata Rosalía du Verdier de la Solinière, virgen del monasterio del Calvario de la misma comarca y mártir, la cual, durante la Revolución Francesa, por causa del odio a la religión cristiana, fue degollada († 1794).

En Pirmasen, en Renania, en Alemania, beato Pablo José Nardini, presbítero de la diócesis de Speyer, fundador de las Hermanas Franciscanas de la Sagrada Familia († 1862).

Cerca de Mengo, en Uganda, pasión de san Juan María, apellidado “Muzeo” o “Anciano” por razón de su madurez espiritual, que fue servidor del rey y, hecho cristiano, en el momento de la persecución no quiso huir, sino que confesó espontáneamente su fe ante el primer ministro del rey Mwenga, por lo cual fue decapitado, siendo la última víctima de aquella persecución († 1887).

En Cinisi de Palermo, Italia, María de Jesús (Carolina) Santocanale, religiosa italiana fundadora de la Congregación de las Hermanas Capuchinas de Lourdes († 1923).

En la ciudad de Kaunas, en Lituania, beato Jorge Matulaitis, obispo de Vilna y después Visitador Apostólico en Lituania, fundador de la Congregación de Clérigos Marianos y la Congregación de Hermanas bajo el título de la Santísima Virgen María Inmaculada († 1927).

En Caxias do Sul, Brasil, Beato Juan Schiavo, sacerdote profeso de la Congregación de San José (Josefinos de Murialdo) († 1967).

(Del Martirologio Romano)

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