Memoria de san Juan de la Cruz, presbítero de la Orden de los Carmelitas y doctor de la Iglesia, el cual, por consejo de santa Teresa, fue el primero de los hermanos que emprendió la reforma de la Orden, empeño que sostuvo con muchos trabajos, obras y ásperas tribulaciones, y, como demuestran sus escritos, buscando una vida escondida en Cristo y, quemado por la llama de su amor, subió al monte de Dios por la noche oscura, descansando finalmente en el Señor, en Úbeda, en la provincia de Jaén († 1591).
Otros santos del día:
• En Alejandría, en Egipto, conmemoración de los santos Herón, Ateo e Isidoro, y el niño de doce años Dióscoro, mártires durante la persecución bajo Decio. Cuando el juez vio a los tres primeros fuertes en la fe y destrozados por los varios tormentos, los mandó quemar, pero a san Dióscoro, flagelado, le diferió la muerte († 250).
• En Apolonia, en Bitinia, hoy día en Turquía, santos Tirso, Leucio, Calínico y compañeros, mártires, los cuales, según se dice, en tiempo del emperador Decio sufrieron el sacrificio († hacia el año 250).
• En Antioquía, en Siria, hoy Antakya, en Turquía, santa Dróside, mártir, que, como afirma san Juan Crisóstomo, fue quemada viva († s. III/IV).
• En Ascalón, en Palestina, santos Ares, Promo y Elías, mártires, los cuales, al querer marchar de Egipto a Cilicia para visitar y ayudar a los confesores de Cristo en la persecución desencadenada por el emperador Maximino, fueron apresados en Cesarea, les destrozaron los ojos y los pies, y fueron llevados a Ascalón por mandato del prefecto Firmiliano, donde Ares fue quemado vivo y los otros degollados, consumando así su martirio († 308-309).
• En Pavía, en la Liguria, ahora en Lombardía, región de Italia, san Pompeyo, obispo, el cual, por pocos pero pacíficos años, sucedió a san Ciro, y descansó en el Señor († s. IV).
• En Reims, en la Galia Bélgica, actualmente en Francia, pasión de san Nicasio, obispo, que, ante la puerta de la basílica que había edificado, fue asesinado junto con su hermana Eutropia, virgen consagrada a Cristo, Florencio, diácono, y Jocundo, por unos paganos que irrumpieron violentamente († 407).
• En Nápoles, en la Campania, región de Italia, san Agnelo, abad del monasterio de san Gaudioso († hacia el año 596).
• En Poitiers, en Aquitania, hoy en Francia, san Venancio Fortunato, obispo, que escribió las gestas de muchos santos y con elegantes himnos honró la santa Cruz († después del año 600).
• En la región de Morinos, en la Galia septentrional, hoy también en Francia, san Folcuino, obispo de Thérouanne († 855).
• En Orvieto, en la Toscana, hoy en la Umbría, región de Italia, beato Buenaventura Bonaccorsi, presbítero de la Orden de los Siervos de María, el cual, conmovido por la predicación de san Felipe Benizi, le ayudó a pacificar las facciones en las ciudades de Italia († hacia el año 1315).
• En el lugar llamado Klifane, en el Líbano, san Nimatulacio al-Hardini (José Kassab), presbítero de la Orden Libanesa Maronita, dedicado a los estudios teológicos y a la pastoral entre los jóvenes, siendo eminente por su espíritu de oración y penitencia († 1858).
• En Aquisgrán, en Alemania, beata Francisca Schervier, virgen, que fue solícita en el cuidado de los indigentes, enfermos y afligidos en la ciudad, y fundó la Congregación de Hermanas de los Pobres de San Francisco, para subvenir a las necesidades de los menesterosos († 1876).
• En Barcelona, en España, beato Protasio (Antonio) Cubells Minguell, religioso de la Orden de San Juan de Dios y mártir, que, cuando arreciaba la persecución contra la Iglesia, fue muerto por odio a la fe († 1936).
(Del Martirologio Romano)