En Sevilla, en España, santa Ángela de la Cruz Guerrero González, virgen, fundadora del Instituto de Hermanas de la Compañía de la Cruz, que no se reservó derecho ninguno para sí, sino que lo dejó todo para los pobres, a quienes acostumbraba a llamar sus «señores», sirviéndoles de verdad.
En Cesarea de Palestina, santo Domnino, mártir, joven médico, que, en los comienzos de la persecución bajo el emperador Diocleciano, fue condenado a ser enviado a las minas de Fanesia, donde, tras padecer crueles vejaciones, fue entregado al fuego por orden del prefecto Urbano, en el año quinto de la persecución, por haberse mantenido firme en la confesión de la fe († 307).
Otros santos del día:
• En la misma ciudad de Cesarea de Palestina, memoria de los santos Teótimo, Filoteo y Timoteo, mártires, que, siendo aún jóvenes, fueron destinados a los juegos del circo para diversión de la plebe y se les entregó a las bestias lo mismo que san Ausencio, que era ya anciano († 307).
• En Apulia, región de Italia, san Marcos, obispo de Ecano (hoy Troia) († hacia el s. IV).
• En Tréveris, en la Renania, en Austrasia, actualmente en Alemania, san Fibicio, obispo († hacia el año 450).
• En la Bretaña Menor, actualmente en Francia, san Guetnocio, venerado como hermano de los santos Winwaleo y Jacuto († s. VI).
• En el cenobio de Chelles, junto a Meaux, en la Galia Lugdunense, también en Francia, santa Bertila, su primera abadesa († hacia el año 705).
• En Beziers, en la Galia Narbonense, igualmente en Francia, san Geraldo, obispo, varón de admirable honradez y sencillez, al que, siendo canónigo regular, se le obligó a aceptar el episcopado, en cuya dignidad fue aún más humilde († 1123).
• En Constantinopla, hoy Estambul, en Turquía, beato Gómidas Keumurgian (Cosme de Carboniano), presbítero y mártir, que, siendo padre de familia, nacido y ordenado en la Iglesia de Armenia, por mantenerse firme en la confesión y predicación de la fe católica profesada en el Concilio de Calcedonia, sufrió muchas tribulaciones y finalmente murió degollado mientras recitaba el símbolo niceno († 1707).
• Cerca del río Hung Yen, en Tonquín, hoy en Vietnam, santo Domingo Mau, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que, en la persecución bajo el emperador Tu Duc, por exhortar a los cristianos a la profesión de la fe llevando el rosario, por su fidelidad a Cristo fue conducido al patíbulo para ser degollado, con las manos juntas, como para subir al altar († 1858).
• En Parma, en Italia, san Guido María Conforti, obispo y buen pastor, siempre en vela por la defensa de la Iglesia y de la fe de su pueblo, el cual, movido por el anhelo de la evangelización de los pueblos, fundó la Pía Sociedad de San Francisco Javier († 1931).
• En Madrid, capital de España, beato Juan Antonio Burró Más, religioso de la Orden de San Juan de Dios, mártir por su profesión evangélica durante la persecución contra la Iglesia, († 1936).
• En El Saler, cerca de Valencia, también en España, beata María del Carmen Viel Ferrando, virgen y mártir, que, en la misma persecución, llevó a cabo una lucha gloriosa († 1936).
• En la aldea de Hof, en Alemania, beato Bernardo Lichtenberg, presbítero y mártir, que al ver pisoteada la dignidad de Dios y de los hombres, no cesaba de orar en público por los judíos inhumanamente torturados y detenidos, y por eso fue también apresado y destinado al campo de concentración de Dachau, donde, destrozado por los malos tratos, pero impávido, dio su vida por Cristo († 1943).
• En el campo de concentración de la ciudad de Abez, en la Siberia rusa, beato Gregorio Lakota, obispo de Przemysl y mártir, que al ver despreciada la fe de su patria por los perseguidores, superó los tormentos corporales muriendo intrépidamente por Cristo († 1950).
(Del Martirologio Romano)