Pocos son los que, dejándolo todo, se ponen en camino para buscar. Y lo hacen a tientas, guiados por una estrella intermitente. A tientas y con sencillez ingenua; porque en su afán de búsqueda ponen en peligro al mismo buscado. Pero no desisten. Siempre se ponen en camino. Y su búsqueda da fruto: ven la estrella, ven al Sol que ha nacido de lo alto. Todo lo que han dejado, lo que han arriesgado, lo que han sufrido para encontrarse con un niño en el regazo de su madre. Pero sus miradas son limpias y sus corazones abiertos. Más allá de la fragilidad del Niño contemplan un Misterio que ha de adorarse de rodillas y agasajar con la vida y los regalos. Y vuelven a sus tierras. Es la misma tierra, pero ellos son distintos. Vuelven como los que ya han encontrado una estrella intermitente que les guiará en los tanteos de sus vidas. Hoy es el día de la Epifanio, de la manifestación de Dios; que lo hace cuál estrella intermitente. Es el día de los que se pasan la vida tanteando y buscando con honradez, pero no siempre con acierto e ingenuidad. Es el día de los que tienen una mirada limpia y sencilla que les permite arrodillarse para adorar lo que de sagrado hay tras las apariencias frágiles. Los que adoran lo sagrado de Dios en cada persona, en cada cultura, en cada momento de la historia.
No tengáis miedo
HOMILÍA DOMINGO XII T.O-A (25 junio 2023) Mt 10, 26-33 A todos nos gusta que el evangelio ilumine situaciones de vida que atravesamos; que nos