Parroquia

La Santísima Trinidad (Málaga)

Homilía del Domingo

Comenzamos el adviento

Lc 21, 25-36

DOMINGO I ADVIENTO

Ciclo C

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Comenzamos el Adviento

Hemos comenzado el adviento, tiempo de preparación para la Navidad. Pero, ¿cuál es su mensaje profundo? Nos lo irá revelando la Palabra de Dios a lo largo de todos estos domingos. Vamos a dar el primer paso adentrándonos en el evangelio de este Primer Domingo de Adviento (Lc 21, 25-36). Para ello nos vamos a hacer un ejercicio de imaginación, un tanto libre. Vamos a recrear dos escenas donde Jesús va a decir lo mismo, pero a personas con situaciones diferentes. ¡Comenzamos!

En la primera se ve al Señor con alguien bastante satisfecho de la vida. Podrá́ tener sus momentos malos; pero, en líneas generales, vive cómodamente, sin grandes problemas, sintiendo que todo puede ir a mejor; y que, mientras más años dure, más progreso, adelanto y posibilidades podrá́ ver y disfrutar. Y a esa persona Jesús le dice: “Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación”. Quizás pudiéramos imaginarnos a esa persona diciéndole a Jesús: “Perdón, Señor, no es necesario que vengas. Bueno, si tienes que venir, vienes; pero, ¡venir por venir…! La verdad es que si te esperaras un poco, tampoco pasaría nada. Al fin y al cabo, aquí́ no se está nada mal”.

En la segunda escena cambia el personaje que está con Jesús. Es alguien que ve oscuro el futuro de su vida; o, quizás, ni lo vea. Son una de las tantas personas que tienen que soportar el sufrimiento en sus muchas modalidades: es el enfermo comido por el dolor y amenazado de muerte; es la mujer presa del pánico por una situación de maltrato; es el niño o la niña víctima de la trata de blanca por la situación de guerra de su país; es el padre que ve que la hambruna va aniquilando lentamente al hijo de sus entrañas… ¡En fin, podríamos seguir! Imaginaos cómo les sonarían estas palabras de Jesús: “Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación”. ¿Os imagináis? “¡Se acerca nuestra liberación! Se acerca el momento en el que podremos dejar de sufrir; el momento donde veamos marcharse la angustia y el dolor; el momento en el que habite la paz”.

Por tanto, ¿qué mensaje tiene el adviento este domingo para nosotros? Pues depende con el personaje con el que nos identifiquemos. Si es con el primero el adviento nos dirá́ que no se embote nuestro corazón, ni nuestra mente, con lo que trae una vida medianamente apacible. Nos invitará a mantenernos despiertos y en pie; a vivir con lucidez; a mirar la realidad y a no quedarnos indiferentes; a hacernos cargo de ella con responsabilidad y esperanza.

Pero si el personaje con el que te identificas es el segundo se te invita a levantarte de tu abatimiento, a levantar la mirada de la negatividad, a mirar al futuro que se abre e ilumina porque existe gracias a que por él se asoma nuestro liberador.

¿Y si encontrándote en la situación del primer personaje quisieras unirte a los que están en la del segundo? Pues, “difícilmente fácil”. Lo primero, camina hacia ellos, acércate a su situación. Lo segundo, dale las gracias cuando compartan contigo su experiencia, porque sólo ellos pueden entender de verdad las palabras de Jesús.

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